Son muchos los niños que han manifestado miedo a salir de casa en estos días. Han modelado nuestras reacciones ante algo nuevo que acaba de aparecer de una forma brusca, que ha generado gran incertidumbre y preocupación a nuestro alrededor, y que nos ha obligado a hacer algo tan extremo como encerrarnos en casa.
Para alguno de nosotros, ha sido una gran oportunidad de compartir tiempo en familia y ha conseguido sacar a la luz muchas de nuestras mejores virtudes, pero para otros, ha sido realmente un gran sufrimiento. Los niños son testigos de todo esto, y habrán reaccionado de una forma u otra dependiendo de la exposición a la información, los recursos familiares y el momento evolutivo en el que se encuentran.
Hoy vamos a dar algunos tips importantes para hacer esta transición a nuestra nueva forma de vivir fuera, para minimizar el miedo y mejorar la calidad de vida en nuestro dia a dia.

Unas notas sobre el miedo en los niños
El miedo tienen una función adaptativa y de supervivencia. El miedo en sí, permanece siempre como una emoción que nos protege y garantiza nuestra supervivencia. Es bueno tener miedo para que podamos huir o estar preparados para enfrentar situaciones peligrosas. Sin embargo, es un proceso que debería de desaparecer poco a poco. Cuando esto no ocurre así, o el miedo se ha generado de una forma intensa, en una edad temprana, puede generar fobias futuras que deben ser tratadas de una forma específica.
Algunos miedos son evolutivos. El miedo es una experiencia que todos desarrollamos a lo largo de nuestra vida, pero dependiendo de la edad, se manifiesta de diferentes formas. En el caso concreto del coronavirus, los mayores son capaces de entenderlo muy bien, aunque la preocupación sigue existiendo en la mayoría de los casos.
Los más pequeños, copian a los padres y confían en las reacciones de éstos, sin embargo, somatizan más la ansiedad en su estado de ánimo o durante el sueño. Suele ser frecuente que cambien el ritmo circadiano, duermen hasta más tarde, no sienten tanta hambre, tienen pesadillas o se levanta varias veces durante la noche.
Se contagia o se modela con facilidad, en especial cuando eres pequeño y te enfrentas por primera vez a una situación nueva. Ahora, hay que tener especial cuidado con la exposición a exceso de la información negativa o no adecuada a la edad del niño. Atención a la sobre exposición a la información y a los contenidos de lo que ven y escuchan de la tele o de los hermanos mayores. Que esté adaptado para su nivel de comprensión de la situación.
La actitud y comportamiento de los padres o figuras de referencia es determinante. Cuando algo nuevo ocurre, nuestra primera reacción es mirar a la cara de los padres para ver si es algo importante o no sobre lo que preocuparse. La forma en que mostremos seguridad con nuestro gesto o actitud, determinará cómo los niños van a afrontar esta situación.
Durante este tiempo, les hemos contado de forma insistente que es muy importante no salir de casa porque fuera hay un “bichito peligroso” del que tenemos que protegernos. Nos han visto quedarnos en casa, llevar mascarilla y lavarse mucho las manos, aplaudir a las 8 y escuchar que algunos de los abuelos de nuestros amigos ya no están.
De pronto, un día nos dicen que ya podemos salir, pero y “el bichito”…. Cuántas preguntas, cuántas preocupaciones, Algunos niños pueden pensar “no quiero que mis padres salgan”, “no quiero salir a la calle”..

Algunas tips

Averiguar qué saben los niños del covid 19. Nos ayudará a corregir las fantasías y detectar las dudas que tienen que pueden aumentar el miedo.
Háblale con sinceridad. Es importante que confíen en lo que les digas. La calma y la seguridad le proporcionarán tranquilidad
Asegúrate de que recibe contenidos adecuados de su edad: ten especial cuidado con los hermanos mayores, programas de tv, etc.
Céntrate en las cosas que sí pueden hacer y que le proporcionan seguridad como:
las medidas higiénicas anti contagio: lavarse las manos, caminar por la calle, hablar de los avances científicos para protegernos, cómo cuidar de nuestros abuelos.
Salud: Comer sano, hacer ejercicio y hacer cosas que nos hagan sentir felices. Son cosas que nos suben el sistema inmunológico y nos hacen más fuertes.
Tener pensamiento positivos y hacer cosas solidarias que ayuden a otros.
Jugar y comunicarse con los que nos quieren, son actividades muy importantes para afrontarlo con buen humor y contagiar a otros.
Nunca debemos minimizar los miedos infantiles o tratar de racionalizarlos. No conviene desecharlos por absurdos o abordarlos como algo ilógico, pues el miedo no se basa en la lógica o en sentimientos racionales. En el caso de la pandemia es bastante lógico el miedo por todo lo que están oyendo.
Hay que ayudar al niño a reconocer el miedo como emoción. Enseñando al niño que el miedo es algo natural y haciéndole saber cómo se presenta, le ayudamos a reconocerlo como paso previo a superarlo. Podemos pedirle que nos cuente lo que pasa en su cuerpo cuando tiene miedo o qué pensamientos tienen en esos momentos.
Debemos darle forma al miedo. Darle un nombre. Así es más fácil de asumir y asimilar, lo traemos al terreno de lo concreto y comprensible.
Actividad sugerida: A mi me gusta transformar el miedo en una figura monstruo de plastilina con una forma específica y llamarle de una forma determinada. Verlo fuera es hacerlo más fácil de manejar. Si nos sigue dando miedo, podemos enterrarlo o destruirlo o, incluso, hacerlo más pequeño, para hacer simbólicamente que desaparezca.
Reconocer que los sentimientos de ansiedad son normales e identificar la causa o pensamiento que la está generando es importante.
Graduar el tiempo de paseo y no forzar si no quieren salir.
Transmitir esperanza.

Recursos para los más pequeños: Libros que tratan el miedo y el aislamiento.

      

Más información en:

Colegio oficial de psicólogos. Recomendaciones para la salida del confinamiento. https://www.copmadrid.org/web/comunicacion/noticias/1514/recomendaciones-la-salida-confinamiento-los-ninos-ninas-adolescentes