El momento  de la llegada de un nuevo miembro a la familia es un momento muy especial  e inolvidable. Es un momento único e  irrepetible que queda en la memoria para siempre.

Entre los nervios,  la emoción, las  prisas, la incertidumbre, los miedos,  las  dudas, llega el momento  del traslado al Hospital…. He participado en muchísimos partos (la mayoría por Cesárea)  y esos momentos son irrepetibles. Por eso desde OP-Kids quiero enviar un mensaje de tranquilidad  a las familias que  van aumentar el número de miembros  en breve.

En estos momentos a parte de  la incertidumbre del parto  se suma el miedo de infección de  COVID-19 debido al   traslado a un hospital.

En OP-Kids el bienestar del peque y de su familia es nuestro pilar fundamental. Por este motivo quiero compartir con vosotros  las recomendaciones de la OMS para el cuidado integral de mujeres embarazadas y recién nacidos publicada el 27 de marzo de 2020. Cito partes de dicha publicación textualmente. Para leer la publicación completa lo encontraréis en el siguiente link: https://www.paho.org/clap/images/PDF/COVID19embarazoyreciennacido/COVID 19_embarazadas_y_recin_nacidos_CLAP_Versin_27-03-2020.pdf?ua=1

 

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es una infección de las vías respiratorias causada por un nuevo coronavirus(SARS-CoV-2, abreviación de Coronavirus 2 del Síndrome Respiratorio Agudo Grave), que se reconoció por primera vez en Wuhan, China, en diciembre de 2019 y se diseminó rápidamente lo que llevó a que el 11 de marzo de 2020 la OMS la declarara una pandemia.

→ Hasta el momento, hay pocos datos sobre la presentación clínica y los resultados perinatales después de la infección por COVID-19 durante el embarazo o el puerperio.

→ No hay evidencia hasta el momento de que las mujeres embarazadas presenten diferentes signos o síntomas o estén expuestas a mayor riesgo de enfermedad grave que las mujeres no embarazadas.

→ Hasta ahora, en los casos estudiados no hay evidencia sobre la transmisión de madre a hijo en mujeres con infección durante el tercer trimestre de gestación, basándose en estudios que han reportado muestras negativas de líquido amniótico, sangre de cordón, secreción vaginal, hisopados de garganta neonatal o leche materna.

→ Del mismo modo, no es consistente la evidencia acerca de resultados graves en mujeres gestantes o en recién nacidos y se limita a mujeres cuya infección fue confirmada en el tercer trimestre, con algunos casos de ruptura prematura de membranas, sufrimiento fetal y parto prematuro notificados.

 

Una experiencia segura y positiva del parto incluye que la gestante:

→ Sea tratada con respecto y dignidad

→ Tenga acompañamiento durante el parto

→ Reciba comunicación clara por parte del equipo de salud

→ Cuente con estrategias apropiadas para el alivio del dolor

→ Tenga movilidad durante el trabajo de parto y elección de posición.

Si bien la evidencia específica no indica hasta el momento riesgos mayores en mujeres gestantes y recién nacidos, se recomienda contar con el equipamiento, medicamentos e insumos específicos, el personal adecuadamente capacitado para implementar en forma inmediata medidas de reanimación, apoyo vital y tratamiento específico, y prever la posibilidad de referencia a unidades de cuidados intensivos para la mujer y/o el recién nacido. Estas recomendaciones no son específicas para la condición abordada, sino que permiten brindar atención de calidad en el momento de la atención del nacimiento. Todas las mujeres embarazadas con infección por COVID-19 actual o reciente deben recibir información y asesoramiento sobre el cuidado y alimentación segura a brindar a los lactantes y las medidas apropiadas de PCI para prevenir la transmisión del virus COVID-19. Seguir amamantando siguiendo las mismas precauciones sanitarias que con influenza.

 

Los bebés nacidos de madres con sospecha, probabilidad o confirmación de infección por COVID-19 deben ser alimentados de acuerdo con las pautas estándar de alimentación infantil, mientras aplican medidas generales de PCI. Observaciones: la lactancia materna debe iniciarse dentro de 1 hora después del nacimiento.

La lactancia materna exclusiva debe continuar durante 6 meses con la introducción oportuna de alimentos complementarios adecuados, seguros y apropiados a los 6 meses de edad, mientras continúa amamantando hasta los 2 años de edad o más.

Debido a que existe un efecto dosis respuesta, en el sentido de que el inicio más temprano de la lactancia materna da como resultado mayores beneficios, las madres que no son capaces de iniciar la lactancia materna durante la primera hora después del parto, deben ser apoyadas para amamantar tan pronto como puedan. Esto puede ser relevante para las madres que dan a luz por cesárea, después de un anestésico, o para aquellas que tienen inestabilidad clínica que impide el inicio de la lactancia materna dentro de la primera hora después del nacimiento.

Esta recomendación es coherente con la estrategia mundial para la alimentación de lactantes y niños pequeños, aprobada en 2002 por la quincuagésima quinta Asamblea Mundial de la Salud, en la resolución WHA54.2, para promover una alimentación óptima para todos los lactantes y niños pequeños.

Al igual que con todos los casos confirmados o sospechosos de COVID-19, las madres que están amamantando o practicando contacto piel con piel o cuidado de madre canguro, deben practicar la higiene respiratoria, y hacer uso de mascarilla cuando amamanta o cuida del niño (si la madre tiene síntomas respiratorios), realizar la higiene de las manos antes y después del contacto con el niño y limpiar y desinfectar rutinariamente las superficies con las que la madre sintomática ha estado en contacto.

El asesoramiento sobre la lactancia materna, el apoyo psicosocial básico y el apoyo práctico a la alimentación deben proporcionarse a todas las mujeres embarazadas y a las madres con bebés y niños pequeños, ya sea que en ellas o sus bebés y niños pequeños se haya sospechado o confirmado la infección por COVID-19.

Se debe permitir que las madres y los lactantes permanezcan juntos y practiquen el contacto piel con piel, el cuidado de la madre canguro cuando sea indicado y practiquen el alojamiento durante el día y la noche, especialmente inmediatamente después del nacimiento y durante la lactancia materna, ya sea que en ellas o sus bebés se haya sospechado, sea probable o confirmada la infección por COVID-19, adhiriendo a las normativas de PCI mencionadas.

 

Fuente consultada: https://www.paho.org/clap/images/PDF/COVID19embarazoyreciennacido/COVID-19_embarazadas_y_recin_nacidos_CLAP_Versin_27-03-2020.pdf?ua=1

Deseo que os haya sido  de ayuda. Mucha suerte familias!!!!